
Pues sí ,porque él lo vale.Vuelvo de vez en cuando a sus obras y hoy comparto una de las joyas de la corona :
--Amor constante más allá de la muerte--
Cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevare el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora a su afán ansioso lisonjera;
mas no, de esotra parte, en la ribera,
dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama la agua fría,
y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
venas que humor a tanto fuego han dado,
médulas que han gloriosamente ardido,
su cuerpo dejará, no su cuidado;
serán ceniza, mas tendrá sentido;
polvo serán, mas polvo enamorado.
A alguno le parece fácil,como los controles de Zidane (también poesía a su manera), pero como dice un autor anónimo en escolares.net :
-Profundizar en Quevedo siempre es agradecido. Tal es la admiración que en mí despierta, que ciega con su genialidad los ojos que lo estudian.
Por si queréis saber por qué llega a esta esplendorosa conclusión el enlace está aquí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario