Los Reyes me han traído ya el famoso descodificador para esquivar el próximo apagón analógico , y he tenido una sensación que me visitó de niño la primera vez que miré detenidamente un kiosco.
No sólo estaban el TBO , el DDT , el Mortadelo o el Jabato y su colega Trueno , también varios periódicos , la revista Labores del Hogar , el Hola o el Interviú (se me iban los ojos) ; de repente había muchas cosas que se podían ver y leer , algunas entre las que no sabía que escoger y otras a las que no me acercaría ni de broma ( y no me refiero al Interviú , claro) . Algo parecido me ha pasado , seguro que es un síndrome con algún nombre tonto pero como no lo conozco he sentido un bonito ataque de niñez. Qué gusto.
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